ENTRE QUERUBINES
por Jeremy Chance Springfield
9/13/2021
Gracias al traductor del texto en español, que ha solicitado permanecer en el anonimato.
Los Evangelios registran las diferentes reacciones a la sorprendente muerte de Yeshua en la cruz.
Todos se vieron afectados por el escándalo que rodeó la muerte de la figura mesiánica más polarizante que Israel había visto jamás.
El libro de Juan registra un detalle especial sobre la reacción de los seguidores de Yeshua y la experiencia tan extraña que supuso su devoción por el maestro caído.
En el capítulo 20, María Magdalena visita la tumba de Yeshua pocos días después de su fallecimiento y encuentra allí el improbable escenario de una tumba abierta y vacía. Angustiada por la suposición de que su cadáver había sido llevado, no se atreve a marcharse. En cambio, se queda allí después de que los discípulos varones regresen a casa, y en ese lugar solitario e impuro de la muerte, el Santo la bendice con una gran revelación.
El libro de Juan registra un detalle especial sobre la reacción de los seguidores de Yeshua y la experiencia tan extraña que supuso su devoción por el maestro caído.
En el capítulo 20, María Magdalena visita la tumba de Yeshua pocos días después de su fallecimiento y encuentra allí el improbable escenario de una tumba abierta y vacía. Angustiada por la suposición de que su cadáver había sido llevado, no se atreve a marcharse. En cambio, se queda allí después de que los discípulos varones regresen a casa, y en ese lugar solitario e impuro de la muerte, el Santo la bendice con una gran revelación.
11 Sin embargo, Maryam se detuvo ante el sepulcro y, mientras lloraba, miró fijamente dentro de la tumba,
12 y vio a dos ángeles vestidos de blanco, que estaban sentados -uno junto a sus almohadas y otro a sus pies- donde el cuerpo de Yeshua había permanecido. 13 Y le dijeron: "Mujer, ¿por qué lloras?" Ella les respondió: "Se han llevado a mi maestro, y no sé dónde lo han puesto". |
Los detalles que se presentan aquí son significativos, pues no se incluyen en los otros tres relatos evangélicos de lo que ocurrió en la tumba vacía. Es importante señalar que el libro de Juan funciona en un nivel diferente al de los tres Evangelios que le preceden. Mientras que éstos se centran en el recuento sencillo del ministerio de Yeshúa en Israel, Juan cuenta esa misma historia con una inclinación a espiritualizar y simbolizar los acontecimientos de manera que se destaquen los conceptos sobrenaturales que actúan en todo lo que estaba sucediendo.
Es en este contexto donde podemos apreciar lo que María vio mientras permanecía en la tumba. El texto de Juan nos dice explícitamente que dos ángeles estaban presentes dentro de la tumba cuando María miró por segunda vez. Uno estaba a la cabeza de donde Yeshua había sido colocado, y otro estaba a los pies de donde Yeshua había sido colocado.
Es en este contexto donde podemos apreciar lo que María vio mientras permanecía en la tumba. El texto de Juan nos dice explícitamente que dos ángeles estaban presentes dentro de la tumba cuando María miró por segunda vez. Uno estaba a la cabeza de donde Yeshua había sido colocado, y otro estaba a los pies de donde Yeshua había sido colocado.
Esta disposición no es arbitraria, sino que señala un detalle espiritual que cualquier mente judía probablemente captaría por tener un claro paralelo en la Torá: el arca de la alianza se ve como un trono sobre el que a cada lado se erigía un ángel: los querubines. Éxodo 25:18-19 nos habla de ese detalle de la construcción del arca.
Estas dos estatuas angélicas se erigen sobre la cubierta del arca. El término hebreo es KAPORET y se ha traducido popularmente en las versiones inglesas con la frase "mercy seat".
La posición de los dos ángeles en la tumba vacía, sentados a ambos extremos del lugar donde había sido depositado el cuerpo de Yeshua, son por tanto un claro paralelismo con los ángeles erigidos a ambos extremos de la cubierta del arca de la alianza.
Este detalle incluido en el texto de Juan nos señala la naturaleza de la muerte de Yeshua. Su muerte reconcilia al pecador con el Altísimo. Yeshúa, como Tzadik-un completo justo-tiene el mérito de sostener a otros en Su propia justicia. Juan aborda este concepto en su otro texto: 1ª Juan 2:1-3.
1 Hijos míos, esto os escribo para que no pequéis. Y si alguno peca, tiene un abogado ante el Padre: Yeshua el Mesías, el Tzadik.
2 Porque él es el asiento de la misericordia que está sobre la faz de nuestros pecados, y no a favor de los nuestros solamente, sino también a favor del mundo entero. 3 Y en esto percibimos que le conocemos: si guardamos sus mandamientos. |
En este pasaje traducido del arameo de la Peshitta, Juan se refiere descaradamente a Yeshua como el "propiciatorio", o como dice originalmente el término arameo CHUSAYA. Este término también podría traducirse como "perdón", y en ese sentido también transmite el mismo concepto general en juego.
Para el pecador que no puede permanecer con certeza de aceptación ante la Presencia del Creador, la justicia del Mesías aboga en su favor como el cumplimiento de sus deberes. Curiosamente, Juan nos dice que esto sucede si estamos en comunión con Yeshúa, y luego afirma que el pecador debe estar obedeciendo los mandamientos de alguna manera para que este mérito mesiánico se aplique en su favor.
Yeshua será esa cobertura, ese "asiento de misericordia" para el que busca intencionalmente la sucesión de sus pecados apegándose al Tzadik. Esta es una de las maneras en que podemos entender las palabras de Yeshua registradas en Mateo 5:17.
Yeshua será esa cobertura, ese "asiento de misericordia" para el que busca intencionalmente la sucesión de sus pecados apegándose al Tzadik. Esta es una de las maneras en que podemos entender las palabras de Yeshua registradas en Mateo 5:17.
El trabajo del Mesías es cumplir lo que falta en la obediencia del pueblo. La conexión con Él ofrecerá al pecador una plenitud que nunca podría experimentar a través de sus propios fracasos y falta de observancia de la Palabra.
Esto es esencialmente lo que vemos en la Torá en las instrucciones para hacer el arca del pacto: en Éxodo 25:22 nos dice que el Santo estaría en comunión con el hombre entre los querubines en el propiciatorio en lo que respecta a guardar los mandamientos que se le dan a Israel.
Este paralelismo se aprecia más claramente cuando entendemos cómo la declaración anterior de la Torá habría sido interpretada por el judaísmo del primer siglo. El Altísimo ama a Su pueblo y ha proporcionado una manera de reunirse con ellos en el Santo de los Santos, entre los querubines, en un momento de misericordia.
En las Escrituras hebreas encontramos repetidamente la afirmación de que el Santo habita "entre los querubines". No se aclara exactamente qué significa eso, pero los antiguos traductores tomaron esa información y la tradujeron sistemáticamente en los Targunim arameos con una frase intrigante: "la Shekinah que mora entre los querubines". El siguiente ejemplo del Targum al Salmo 99 muestra uno de estos casos.
Esta frase que especifica que es la Shekinah la que está presente entre los querubines del arca se encuentra en casi todos los casos en los que se menciona la presencia del Altísimo en el Templo. Esto se puede ver también en las versiones del Targum de los siguientes pasajes: Isaías 37:16, 2º Reyes 19:15, 1º Crónicas 13:6, 1º Samuel 4:4, 2º Samuel 6:2 y Cantar de los Cantares 3:10.
De esta manera se entiende que el Creador se reúne con Israel a través del vehículo de Su Shekinah-Su presencia distintiva, a menudo equiparada con el Espíritu Santo-entre los querubines. ¿Cómo se relaciona esto con Yeshua, que fue depositado en la tumba entre dos ángeles de posición similar? La conexión se encuentra en el concepto de lo que un rabino debe exhibir a través de su intimidad espiritual con el Creador, como menciona el Talmud en la siguiente cita.
Los maestros espirituales de Israel se entienden así como vehículos de la Shejiná en esta tierra-embajadores de Su Presencia en un mundo de pecado donde cumplen Su voluntad celestial en la tierra. Por lo tanto, Yeshua fue un vehículo de la Shekinah durante Su ministerio terrenal.
Otro texto judío conecta la Shejiná con el Mesías de una manera muy clara.
En este pasaje encontramos que el Zohar Jadash vincula a la Shekinah (referida en femenino ya que la palabra hebrea es femenina) con el Mesías sufriente citando a Isaías 53:5, mostrándonos que fue la Shekinah quien dio poder a Yeshua para sufrir a causa de nuestros pecados. Esto es similar a lo que Pablo declaró en Romanos 3:25.
Podría parecer extraño que el Mesías estuviera vinculado a la Shekinah en su tumba vacía, de todos los lugares. ¿Cómo puede encontrarse la presencia del Santo en un lugar tan impuro? En respuesta a eso están las palabras del Rey David en el Salmo 139:7-8.
Obviamente, no hay ningún lugar verdaderamente desprovisto de la Presencia del Creador. Sin embargo, existe un precedente único de que la Shejiná esté conectada a una tumba, ya que el Talmud explica cómo el arca de la alianza estaba vinculada al sarcófago del patriarca José, que fue sacado de Egipto y viajó por el desierto con el pueblo de Israel.
El arca llevaba la Presencia terrenal del Santo en medio de Su pueblo. Por lo tanto, parecería un error permitir que la inmundicia de un sarcófago esté en proximidad con la santidad de Su Palabra y Su Presencia. Sin embargo, debemos apreciar que la caja funeraria de José contenía a un hombre que se dedicó a obedecer al Creador incluso en una sociedad de pecado y maldad, y nunca cedió. Su dedicación a la rectitud le valió un lugar cerca del objeto más sagrado conocido por la humanidad.
El Targum arameo del Salmo 80 también aclara que la referencia en el texto hebreo de ese verso al Santo "guiando a José" es en realidad una referencia al arca / sarcófago del patriarca fallecido durante su viaje en el desierto, ¡y lo conecta con la Shekinah que habita entre los querubines encima del arca de la alianza!
De manera similar, Yeshua proclamó que cumpliría la Palabra, obedeciendo incluso hasta la muerte sin ceder. Defendió la Shekinah y el deseo del Santo de reunirse con Su pueblo en este mundo. A la luz de esta realidad, podemos estar de acuerdo en que tiene mucho sentido que los dos ángeles se encuentren en la tumba vacía, recreando la imaginería del Santo de los Santos y los querubines en cada extremo del arca de la alianza.
Esos breves pero significativos detalles incluidos en el Evangelio de Juan hablan del gran deseo del Creador de estar en comunión con su pueblo. Volviendo una vez más a la carta de Juan a sus compañeros creyentes, vemos en 1 Juan 4:10 que deseaba enfatizar el papel especial que tenía Yeshua en hacer realidad ese santo deseo en este mundo.
Esos breves pero significativos detalles incluidos en el Evangelio de Juan hablan del gran deseo del Creador de estar en comunión con su pueblo. Volviendo una vez más a la carta de Juan a sus compañeros creyentes, vemos en 1 Juan 4:10 que deseaba enfatizar el papel especial que tenía Yeshua en hacer realidad ese santo deseo en este mundo.
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